Temascalcingo

López Tarso: Esta es la historia del gran actor con el municipio de Temascalcingo

El gran actor Ignacio López Tarso comparte un estrecho laso con el municipio de Temascalcingo, en el Estado de México, es por ello que esta demarcación lo ha apodado como «el hijo adoptivo», ya que los inicios de este personaje del cine mexicano lo paso en esta tierra.

El artista nació el 15 de enero de 1925 en Ciudad de México y tuvo una infancia difícil debido a los problemas económicos de su familia, lo que lo llevó a ingresar al Seminario Menor de Temascalcingo para continuar con sus estudios.

Nos vamos a centrar más en esta parte de su vida, porque es lo que nos importa en esta nota y es que el primer actor Ignacio López Tarso, en sus inicios como comentábamos destacó en el seminario, que actualmente su teatro lleva el nombre de «Jorge A. Chaparro» pertenece al Colegio María Salomé Chaparro de la Congregación de la Hijas de María Inmaculada de Guadalupe fundado por el Presbítero José Antonio Plancarte y la Bastida.

Actualmente este recinto cuenta con mas de 100 años de existencia y solo queda el recuerdo de que para López Tarso fue más grande el deseo de actuar que de dedicar su vida al sacerdocio. La experiencia logró convencerlo de que su vocación no estaba al pie de un altar sino al frente de un escenario. Su participación en obras de teatro sacramental como El gran teatro del mundo, de Pedro Calderón de la Barca y otras como La rosa de papel le marcaron el camino que habría de seguir.

¿Qué pasó después con Ignacio López Tarso?

Después de abandonar el seminario, cumplió su servicio militar y trabajó en diversos empleos en la Ciudad de México, hasta que ingresó a la Academia de Arte Dramático del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) en 1949 para prepararse como actor teatral.

López Tarso debutó en el teatro con la obra «El sueño de una noche de verano» de William Shakespeare, y en el cine con la película «La desconocida» en 1954. A lo largo de su carrera, protagonizó numerosas obras de teatro y películas, convirtiéndose en una figura icónica de la escena artística mexicana.

Entre sus obras más destacadas se encuentran «El gallo de oro», «Macario», «La vida inútil de Pito Pérez» y «Pedro Páramo».

Además de su trayectoria como actor, López Tarso también se le reconoció por su labor en la promoción y conservación del teatro en México, participando en la creación de diversas instituciones como el Centro Universitario de Teatro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Su legado artístico y su contribución al mundo del teatro y cine serán recordados por siempre en la historia cultural de México