Habitantes de Datejé denuncian tala ilegal en cerros de Acambay
La comunidad indígena de Datejé, en el municipio de Acambay, Estado de México, ha denunciado públicamente la tala ilegal en Datejé, una zona de alto valor ecológico. Los pobladores acusan que la deforestación se realiza sin consulta previa ni consentimiento de los pueblos originarios, lo que califican como un ecocidio.
En un pronunciamiento colectivo, los habitantes exigieron la intervención urgente de autoridades municipales, estatales y federales para frenar esta actividad que amenaza la biodiversidad del cerro de Datejé y el equilibrio ambiental de toda la región.
“Queremos saber quién autorizó esta tala. ¿Acaso fue legalmente permitida por PROBOSQUE o SEMARNAT? Si no es así, ¿por qué se permite el ingreso de talamontes clandestinos por caminos alternos como el acceso desde La Huerta?”, cuestionaron.
Aseguran que mientras ellos son multados por recoger leña seca para autoconsumo, otros talan árboles sin control y con aparente impunidad. Los denunciantes también señalaron que estas actividades se realizan de manera clandestina, aprovechando caminos rurales poco vigilados para ingresar maquinaria y sacar madera.
Sobre la tala ilegal
La tala ilegal en Datejé afecta a varias comunidades de la región norte del Estado de México, entre ellas Loma Linda, Las Pomas, Bovini, La Huerta, Dongu, Ganzda y Buenavista. Los habitantes alertan que esta situación podría provocar conflictos sociales, debido al creciente hartazgo de los pueblos que han trabajado por años en tareas de reforestación, cuidado forestal y combate a incendios.
Entre las exigencias que presentaron se encuentran: una investigación pública sobre la legalidad de la tala, la suspensión inmediata de toda actividad maderera hasta esclarecer los hechos, el envío de autoridades ambientales y de seguridad a la zona, y la instalación de una mesa de diálogo entre gobierno y representantes comunitarios.
Los pobladores reiteraron su disposición al diálogo, pero también advirtieron que no permanecerán indiferentes ante la destrucción de sus bosques y su territorio ancestral. “La tala ilegal en Datejé no solo está acabando con los árboles, también pone en peligro la paz social y nuestra forma de vida”, afirmaron.